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Citronela: más allá del aroma

Citronela: más allá del aroma

 

La citronela (Cymbopogon citratus) es una planta aromática muy conocida por su perfume cítrico, su uso en repelentes naturales o en infusiones digestivas. Sin embargo, su valor va mucho más allá del aroma: desde la perspectiva de la fitoterapia moderna, la citronela posee propiedades que respaldan su incorporación en fórmulas orientadas al bienestar digestivo, la depuración orgánica y la protección del hígado. En esta entrada exploraremos qué dicen los estudios (in vitro, animales y revisiones) sobre sus mecanismos de acción, cuáles son sus límites y cómo se integra científicamente —y con responsabilidad— en productos como el Detox Hepático de KSUMAI. Además, se abordará el tema de la citronela y salud hepática, resaltando sus beneficios sorprendentes.


1. Perfil fitoquímico: qué contiene la citronela

La citronela es rica en aceites esenciales, flavonoides, fenoles y compuestos terpenoides, entre los que destaca el citral (mezcla de geranial y neral), además de otros monoterpenos como el citronelol. Estos componentes son claves para sus acciones biológicas: su capacidad antioxidante, antiinflamatoria y moduladora de enzimas de detoxificación se apoya en esa riqueza fitoquímica. (PMC)

Los flavonoides y compuestos fenólicos permiten que la citronela actúe como captadora de radicales libres y protectora frente al estrés oxidativo, lo que es especialmente relevante cuando el hígado está sometido a sobrecargas metabólicas o químicas. (PMC)


2. Acciones sobre el hígado: mecanismos respaldados por ciencia

a) Hepatoprotección y capacidad citoprotectora

Un estudio en células HepG2 (células de hígado humano en cultivo) analizó el efecto del citronellol (uno de los principales alcoholes monoterpénicos presentes en los aceites esenciales de citronela) frente a un daño inducido por etanol. El resultado: el tratamiento con citronellol mejoró la viabilidad celular, redujo la muerte inducida por alcohol y moduló genes relacionados con inflamación (IL-6), TGF-β, colágeno tipo I y enzimas antioxidantes. (De Gruyter Brill)

Este efecto sugiere que los compuestos volátiles de la citronela pueden atenuar la toxicidad oxidativa e inflamatoria en el hígado, disminuyendo daños estructurales al tejido hepático. (De Gruyter Brill)

b) Modulación de enzimas de detoxificación

Otro estudio en animales, centrado en aceite de citronela y el compuesto citral, examinó su influencia sobre enzimas hepáticas de metabolismo de fármacos y estrés oxidativo. Los resultados indicaron que el aceite de citronela (y su componente citral) puede modificar la actividad de enzimas del hígado y reducir marcadores de daño oxidativo. (PMC)

Aunque estos efectos son prometedores, los autores advierten que dosis altas pueden conllevar alteraciones, por lo que la dosis y la formulación son críticas. (ResearchGate)

c) Evidencia en modelos animales de toxicidad hepática

En un estudio reciente sobre toxicidad inducida por diclofenaco, el uso de aceite esencial de citronela mostró efectos preventivos para el hígado y los riñones. Es decir, contribuyó a mitigar los daños hormonales, bioquímicos y estructurales generados por el medicamento. (ScienceDirect)

También se ha observado que el citronellol puede tener un efecto protector en daño hepático asociado a septicemia por E. coli en ratas, reduciendo lesiones hepáticas provocadas por infecciones sistémicas. (ResearchGate)

Además, los aceites esenciales en general —entre los que se incluye citronela— han sido evaluados en revisiones como una clase de compuestos con potencial hepatoprotector, cuando se usan de manera controlada y dentro de formulaciones seguras. (journal-jop.org)


3. Digestión, absorción de nutrientes y acción intestinal

Una de las ventajas más reconocidas (y de uso popular) de la citronela es su potencial para mejorar la digestión, reducir fermentaciones y favorecer una absorción más eficiente de nutrientes. En humanos, infusiones de citronela (o lemongrass) han sido tradicionalmente usadas tras comidas copiosas para aligerar la sensación de pesadez.

Desde la literatura botánica y nutricional, se ha observado que el aceite esencial de Cymbopogon citratus puede ejercer efectos beneficiosos sobre la mucosa intestinal y contribuir a un equilibrio microbiano favorable. En estudios con aves, por ejemplo, se reportó que la suplementación con aceite de lemongrass mejoró la salud intestinal, estimuló la secreción de enzimas digestivas y mejoró la absorción de nutrientes. (ResearchGate)

Asimismo, en humanos, algunos reportes sugieren que el consumo moderado de té de lemongrass puede aliviar molestias digestivas, como gases, cólicos leves o dispepsia, aunque los estudios clínicos en humanos aún son escasos. (Healthline)

Por otra parte, en modelos animales / experimentales, el aceite de citronela y compuestos como el citral han mostrado capacidad para reducir el estrés oxidativo en la mucosa gastrointestinal y modular enzimas antioxidantes locales, lo que puede contribuir a una mejor función digestiva y menos inflamación en el intestino. (PMC)


4. Limitaciones, precauciones y dosis segura

Aunque los estudios modernos aportan respaldo interesante, es importante destacar las limitaciones:

  • Muchas investigaciones son in vitro o en modelos animales, lo que no garantiza que los efectos se traduzcan directamente en humanos.
  • Las dosis, modos de administración y el tipo de extracto o aceite usado varían entre estudios: lo que es seguro en modelo animal puede no serlo en humanos.
  • Se han reportado efectos adversos en dosis elevadas, especialmente para las mucosas hepáticas o digestivas, así como posibles interacciones con enzimas hepáticas (CYP450). (Memorial Sloan Kettering Cancer Center)
  • En usos prolongados o dosis altas existe riesgo teórico de toxicidad gastrointestinal o renal, por lo que es prudente usar extractos estandarizados y formulaciones equilibradas. (Memorial Sloan Kettering Cancer Center)

Por ello, al formular productos como el Detox Hepático de KSUMAI, la citronela no va sola: se combina con otros extractos hepatoprotectores (como cardo mariano, cúrcuma, entre otros) y se ajustan concentraciones seguras que aprovechen sinérgicamente su potencial sin exceder umbrales riesgosos.


5. Por qué incluirla en KSUMAI Detox Hepático

Con base en la literatura científica y la tradición fitoterapéutica, la citronela proporciona un perfil interesante para aportar a fórmulas detox:

  • Su capacidad para moderar el estrés oxidativo hepático contribuye a proteger al hígado frente a agresiones metabólicas cotidianas (estrés, alimentación, contaminantes).
  • Su efecto sobre la digestión y la estimulación de secreciones biliares favorece que los nutrientes se absorban mejor y que las grasas se procesen eficazmente.
  • Su carácter aromático y volátil ayuda a que la fórmula tenga una acción rápida sobre la mucosa intestinal y efectos en la motilidad ligera del tracto digestivo.
  • Combinada con otros componentes que apoyan el hígado, actúa de forma complementaria sin absorberse en grandes proporciones ni someter en exceso al hígado.

En definitiva: la citronela es una aliada natural que, bien dosificada y combinada, fortalece la misión de depurar con suavidad, revitalizar y mantener el equilibrio interno.


Conclusión

La citronela no es solo una herbita perfumada; científicamente, posee compuestos con acción antioxidante, antiinflamatoria y moduladora de enzimas hepáticas, que respaldan su uso en fórmulas de apoyo hepático y digestivo. Aunque aún faltan ensayos clínicos robustos en humanos, la evidencia preclínica es prometedora. Su incorporación en el Detox Hepático de KSUMAI obedece a un enfoque consciente: respetar dosis seguras, combinar sinérgicamente con otros extractos y ofrecer al cuerpo una limpieza suave y eficiente desde adentro.

 

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